“Soy D, interno en el Centro Penitenciario Madrid IV, por los delitos de robo y retención ilegal, no deseo mi derecho al anonimato pues así lo siento después de realizar el proyecto Construyendo Puentes y espero mi acto sirva para que más personas quieran realizar dicho proyecto.
Sin duda alguna este proyecto y lo que representa la Justicia Restaurativa es especialmente importante, haciendo que el ofensor pueda conocer verdaderamente el alcance de los perjuicios derivados de los delitos cometidos. Más allá de los que solo considera hacia él y yo como ofensor sólo considero el perjuicio en mí mismo, en mi familia y amigos, por supuesto con la certeza de que la culpabilidad era mía, pero este proyecto me ha abierto puertas muy importantes, el poder conocer de primera mano cómo sufre una persona ofendida, cómo después del delito, sufren igual familia, amigos, etc, tanto de ofendido como del ofensor, poder empatizar más en cada sesión te hace sentir cada vez con más fuerza el arrepentimiento totalmente real y la necesidad de subsanar ese error.
Para todo aquel que sea ofensor quiero que sepa que cuando hay un arrepentimiento sincero y se comprende a la persona ofendida, y esta después de lo sufrido es capaz de perdonar, para un ofensor es la mayor sesión liberadora y gratificante con la cual se abre una puerta a una vida digna, por supuesto como bien indica la Justicia Restaurativa, tanto el perdón por porta del ofendido ni la restauración y pedir perdón por parte del ofensor excluye al ofensor de cumplir la pena impuesta por su delito, poderle restaurar en la medida de lo posible al ofendido y pedirle perdón, es la mejor manera de que una persona no vuelva a ser ofensor.
Para todo aquel que haya sido ofendido poder conocer las motivaciones que al ofensor le llevan a cometer sus actos, pedir un arrepentimiento sincero, que se les pida perdón, y ser restaurados además de poder pasar página y continuar con su vida pudiendo superar todo lo sucedido, la satisfacción de que gracias a su generosidad y predisposición habrá conseguido que un ofensor no desee volver a serlo nunca más.
Sé que no todo ofensor y ofendido está predispuesto para tal proyecto pero desde mi experiencia quiero invitar a todos a abrirse a tal experiencia, pues los restaurados serán positivos, liberadores, gratificante, y por supuesto un bien para la sociedad.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por haber sido partícipe de este proyecto, de lo beneficioso que ha sido para mí. ¡Gracias!”
D. M. (C.P. Madrid IV. Navalcarnero)